El castillo de Turégano domina la villa con una imponente mole conservada en bastante buen estado.
Hemos adaptado esta vez la salida al campo a las condiciones climatológicas que se proveían y nos hemos dado un hermoso paseo por cuatro diferentes entornos de la provincia de Segovia. Tenemos que reconocer que, a pesar de estar el día bastante cubierto en Madrid, la naturaleza se comportó positivamente y nos proporcionó un día especialmente benigno y soleado en su mayor parte.
Comenzamos la jornada visitando Pedraza donde pudimos comprobar que el pueblo tiene cada vez un mayor encanto arquitectónico aunque se esté abarrotando de negocios de todo tipo. Para hacer ejercicio nos dimos una vuelta por el valle que rodea al pueblo y pudimos comprobar que el promontorio donde se asienta está completamente horadado por cuevas naturales de estructura caliza.
Nuestro segundo punto a visitar fue el castillo de Castilnovo, actualmente sede de una fundación Hispano-Mexicana y aparentemente en proceso de reconstrucción.
El tercer lugar fue Sepúlveda, esta vez no para ver las hoces del Duratón ni comer cordero, sino para recorrerla de abajo a arriba y viceversa descubriendo la cantidad de iglesias, románicas en su mayoría, que aparecen por doquier.
Finalmente terminamos en Turégano con una impresionante fortaleza realizada en diversos periodos y a la que ha incrustado una enorme espadaña de iglesia en su fachada principal.
Como colofón el cordero y cochinillo segovianos no defraudaron a ninguno de los comensales.
A finales de enero volveremos con el programa del primer semestre de 2009. Feliz año a todos y animaros a uniros a este grupo de amantes de la naturaleza y a los alimentos que ella proporciona.
Lorenzo